Antes de empezar a comentar El Corredor del Laberinto (The Maze Runner) quiero confesar mi total y absoluto desconocimiento de cualquier saga o sagas de novelas juveniles que, en los últimos años, están siendo adaptadas por los grandes estudios de Hollywood a raíz del éxito cosechado, primero por las novelas, y posteriormente por las varias adaptaciones cinematográficas de Harry Potter, y de otros títulos con temática similar dirigidas al mismo target como puedan ser Crepúsculo o Los Juegos del Hambre. Ni he leído las novelas de todas estas franquicias literarias, ni planeo leerlas en un futuro inmediato, y en cuanto a las películas si que he podido ver alguna que otra, pero ninguna ha llegado a satisfacerme del todo.
Basada en una serie de novelas de corte juvenil, escritas por James Dashner, la historia de El Corredor del Laberinto, título de la primera novela de la trilogía, nos presenta a Thomas, interpretado por el joven Dylan O’Brian (Los Becarios, Teen Wolf), un muchacho con amnesia que de repente aparece en un claro de un valle en el que un numeroso grupo de muchachos, que se denominan a sí mismos clarianos, han creado una sociedad en la que cada uno tiene encomendada realizar una labor específica. Liderados por Alby, el primer chico que apareció en el claro hace tres años, el número de clarianos ha ido creciendo a razón de un muchacho por mes, sin saber ninguno de ellos de donde vienen, o como han llegado hasta ese claro, que está completamente rodeado por un gigantesco laberinto que va cambiando su configuración cada cierto tiempo, y que para colmo está custodiado por unas extrañas y mortíferas criaturas a las que llaman Laceradores. Con el objetivo de encontrar una salida a través del laberinto, un reducido número de muchachos llamados Corredores, investigan y memorizan cada rincón del mismo con la esperanza de encontrar la salida algún día, mientras intentan esquivar a los mortíferos Laceradores.
Thomas comenzará a tener una serie de misteriosas visiones relacionadas con una organización
conocida como C.R.U.E.L., que le llevará, junto a algunos de sus compañeros, a hacerse preguntas sobre el origen del laberinto. A los pocos días, la inesperada llegada al claro de una joven llamada Teresa, desencadenará una serie de acontecimientos que, lógicamente, no voy a desvelar para no entrar en el terreno de los spoilers, y no destripar más aún la trama.
El elenco, repleto de jóvenes rostros del cine y la televisión, algunos un poco más conocidos que otros, cumple de manera efectiva, pero sin alardes, que ya es decir bastante cuando se trata de jóvenes actores, con poca experiencia a sus espaldas.
A pesar de ser su primera película, y contar con apenas un par de cortometrajes en su haber, Wes Ball no se maneja mal con la cámara y se nos descubre como un director bastante competente en las escenas de acción, capaz además de mantener el suspense y el interés del espectador a lo largo de las casi dos horas que dura la película, algo que es de agradecer en este tipo de cintas.
La única pega que le pondría achacar a esta cinta, que no deja de ser una película de entretenimiento dirigida al público juvenil, es su desenlace, o más bien su falta del mismo, ya que como todos nos podríamos imaginar, y más conociendo que se trata de una saga literaria compuesta de dos partes más, todo queda en el aire, y es que apenas hemos podido vislumbrar un pequeño porcentaje de la historia global y del mundo presentado en las novelas.
Tanto Fox como Wes Ball, que continuará como director, ya han confirmado la segunda parte, que llevará el título de The Scorch Trails (Las Pruebas), donde solo nos queda esperar a que todas nuestras preguntas, al igual que las del protagonista, queden resueltas en sucesivas entregas.
En definitiva, si a partir del viernes 19 de Septiembre, fecha en la que la cinta llega a los cines españoles, te apetece ver una entretenida película de ciencia-ficción, con tintes de Perdidos y de El Señor de las Moscas, con una historia que mantiene el misterio, y con unos efectos especiales bastante aceptables, esta es sin duda la mejor opción para disfrutar en el cine. Si eres una joven cinéfila, y además de todas estas razones, necesitas alguna más, te diré que el reparto es un grupo de jovencitos de muy buen ver que quizás sean el reclamo que necesitas para acercarte al cine si es que no te atraen mucho las historias de ciencia-ficción.