Han tenido que pasar cuatro años, y varios retrasos en su fecha definitiva
de estreno, para que por fin llegue a nuestras carteleras la esperada
secuela de G. I. Joe (Stephen Sommers, 2009). Una cinta que en su día
entretuvo bastante a los espectadores, funcionó bien en taquilla y que
consiguió añadir un gran número de aficionados a la causa de los Joe,
que se unieron a los veteranos seguidores de las figuras de acción
creadas por la empresa juguetera Hasbro, también productora de esta
nueva cinta, y por supuesto a los fans de los cómics y de la inolvidable
serie de animación de los ochenta.
Todo un universo que en la
primera parte cobraba vida de la mano del realizador de las exitosas dos
primeras partes de la trilogía de La Momia, y que no dejaba de ser una
película palomitera sin pretensiones que para nada se tomaba en serio en
ningún momento.
La secuela, que se estrena hoy en cines de toda
España, titulada G. I. Joe: La Venganza (G. I. Joe: Reataliation) nos
llega como continuación directa de la primera parte, pero rompe
prácticamente con todo lo que vimos en la primera cinta. Mientras que el
equipo G. I. Joe que vimos en la anterior parte, era un equipo
internacional de luchadores por la libertad dependiente de la OTAN, en
esta segunda entrega se nos presenta como una fuerza especial de élite
del ejército americano.
Otra ruptura con la primera parte la
encontramos en el reparto, solo dos actores repiten papel, Channing
Tatum sigue interpretando a Duke, y Ray Park al silencioso y enigmático
Snake Eyes, mientras vemos como nuevos Joes que no habíamos visto en la
primer parte pasan al primer plano de la acción, entre ellos Roadblock
(Dwayne Johnson), Flint (D.J. Cotrona), Lady Jaye (Adrianne Palicki) y
Jinx (Elodie Yung).
En el bando de los villanos solo continúa
Byung-hun Lee como el ninja Storm Shadow, mientras que Joseph
Gordon-Levit es sustituido por Luke Bracey como Comandante Cobra y
debuta el macarra Firefly interpretado por Ray Stevenson (Punisher: War
Zone).
Los guionistas de la cinta, Rhett Reese y Paul Wernick
(Bienvenidos a Zombieland), obvian las explicaciones sobre que ha pasado
con los demás Joes o que es lo que pasó con ciertos personajes cuyo
final no estaba muy claro en la primera parte y desechan de buenas a
primeras la participación en la cinta de Destro con una única frase en
el guión.
Por lo demás, ambos guionistas firman una historia que
continúa con una de las tramas argumentales de la anterior, incluyendo
numerosos momentos de humor, en los que destaca el veterano e
inconmensurable Jonathan Pryce, que hace suyos algunos de los momentos
más divertidos de la cinta.
Jon M. Chu, cuyos antecedentes no
auguraban nada nuevo, no lo hace del todo mal, dirigiendo con cierto
brío y claridad las escenas de acción, y nos deleita con varias
secuencias espectaculares, entre los que destaca, sin duda, el
enfrentamiento aéreo en las alturas entre Snake Eyes y Jinx y varios
ninjas de Cobra, con unas peligrosas montañas nevadas de fondo.
También
me gustaría destacar la emocionante secuencia en la cárcel de máxima
seguridad alemana en la que aparece un actor por el que siento debilidad
y que últimamente está ganándose el premio a secundario de oro en las
últimas producciones que están llegando a nuestras pantallas. Y no, no
es Bruce Willis, y tampoco diré su nombre para mantener el misterio para
aquellos que vayan al cine a verla.
Por otro lado aquel que
busque caracterización de personajes en esta cinta, mejor que no se
acerque al cine, porque aquí solo encontrará acción, acción y más
acción. Básicamente lo que ya nos dio la primera parte, pero aún
contando con diez millones de dólares más de presupuesto, se vislumbra
cierta tacañería a la hora de mostrar al espectador la espectacularidad
de la que hiciera gala su antecesora. ¿Se habrá invertido ese dinero en
la conversión al 3D o en la contratación de una estrella de Bruce Willis
como reclamo publicitario?
Y hablando del mítico John McClane, es
una verdadera lástima que Bruce Willis, que interpreta al General Joe
Colton, el Joe original, y que últimamente no gana para disgustos tras
los palos que está recibiendo la quinta entrega de Die Hard, no pueda
lucirse más en esta cinta en la que apenas tiene un par de momentos y
cuya presencia no es determinante en ningún momento para el desenlace de
la trama, quedando eclipsado en todo momento por Dwayne Johnson que se
come la pantalla en cada una de sus apariciones. Esperemos que Willis
recupere su estatus de action hero en la muy esperada secuela de Red que llegará próximamente a nuestras pantallas.
Resumiendo,
los aficionados de toda la vida a los G. I. Joe, aquellos que se
conocen los nombres, vida y milagros de todas las figuras de acción con
las que jugaron de pequeños, disfrutarán como niños con zapatos nuevos,
con esta entretenida secuela en la que gozarán de lo lindo viendo al
Comandante Cobra con su casco de toda la vida y varios vehículos con los
que sin duda jugaron de pequeños, y cuya adaptación fílmica esperemos
tenga continuación, ya que según parece aún no hemos visto el fin de la
malévola organización terrorista Cobra.
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