Acaba de estrenarse en nuestro país la última película dirigida por
Michael Bay, conocido por blockbusters tan espectaculares y taquilleros
como La Roca, Armageddon o la (hasta ahora) trilogía de Transformers,
que a la espera del estreno el año que viene de una nueva entrega de la
saga robótica, se ha dedicado a rodar Dolor y Dinero (Pain & Gain,
2013), una película modesta dentro de su filmografía y que casi
podríamos clasificar como "cine de autor".
En Dolor y Dinero,
Bay nos narra una truculenta historia sobre un secuestro basada en
hechos reales. Historia que podría haber dado para un drama bastante trágico, y a
la que Bay ha decidido imprimir un agradecido aire de comedia negra que
aligera bastante el tono de algunas de las tropelías que cometen los
personajes protagonistas en varios momentos del metraje de la cinta.
Los personajes son una pequeña banda formada por tres culturistas con pocas
luces y mucha ambición liderados por Daniel Lugo, un personaje
obsesionado con el estilo de vida que vende el "American Dream" y cuyos ídolos son los personajes fílmicos Rocky
Balboa de Rocky, Michael Corleone de El Padrino y Tony Montana de El
Precio del Poder, interpretado brillantemente por Mark Wahlberg, al que
acompañan Paul Doyle, interpretado por Dwayne "The Rock" Johnson, que
consolida con cada nueva película su estatus en el Olimpo de
super estrellas hollywoodiense; y Adrian Doorbal interpretado por el
actor Anthony Mackie, al que veremos encarnando al Halcón en la inminente Capitán
América: El Soldado de Invierno.
El guión firmado por Christopher
Markus y Stephen McFeelyde nos presenta a unos personajes de dudosa
catadura moral a los que podríamos calificar de patéticos perdedores,
que sin embargo acaban ganándose el cariño del espectador en esta
divertida cinta
en la que Bay se nos transforma en un hiperactivo y acelerado imitador
de
cintas como Fargo, si a los hermanos Coen les hubiese dado por dirigir
bajo los efectos de sustancias estimulantes.
Completan el
reparto el inmenso Tony Shalhoub que da vida al rico empresario al que
secuestran los personajes protagonistas, y que es uno de los aspectos
más destacables
de la película, y por supuesto no nos podíamos olvidar de Ed Harris,
actor que ya había trabajado con Bay en La Roca y al que aquí regala uno
de esos papeles secundarios que son auténticos caramelos para
actores veteranos como Harris.
Aquellos espectadores que acudan al
cine a ver Dolor y Dinero se encontrarán con una hilarante comedia
negrísima, bastante cafre y salvaje por momentos, con la que el director
californiano nos muestra una afilada y nada sutil crítica a ese tan
ansiado e inalcanzable Sueño Americano, que si se toma demasiado en serio, como acaban
haciendo los protagonistas de esta historia, puede acabar convirtiéndose
en una obsesión y en una terrible pesadilla.
Resulta perturbador el modo en que Bay
consigue hacer reír al espectador con una historia tan terrible que no lo olvidemos está basada en hechos
reales, por eso el director no dejará de
recordarnos en todo momento que todas las situaciones salvajes y
surrealistas que aparecen en pantalla y con los que el espectador se está
carcajeando de lo lindo, sucedieron del mismo o similar modo, y es que como se suele
decir, la realidad por increíble y absurda que parezca
supera en muchas ocasiones a la ficción.
Merece destacar la
acertada elección de los temas que componen la banda sonora, todo un
viaje nostálgico a la década de los noventa.
Termino esta breve
reseña confesando que nunca he conseguido comulgar con la filmografía de
Bay,
y tampoco nunca he sido demasiado fan de sus blockbusters, pero
reconozco que con esta cinta el director me ha conquistado y espero y
deseo que en sus próximos proyectos tenga sitio para otros proyectos más
personales y "modestos" alejados de blockbusters y franquicias, como
esta extremadamente divertida y recomendable Dolor y Dinero que se ha
convertido, sin lugar a dudas, en una de las comedias del año.
No hay comentarios:
Publicar un comentario