27 de septiembre de 2013

Behind The Candelabra (Steven Soderbergh, 2013)

Varios amigos me recomendaron insistentemente que viera Behind The Candelabra debido al excelente trabajo actoral de Michael Douglas, así que me puse a ello con cierta cautela ya que apenas conocía a Liberace, y tampoco es que me llamara demasiado la atención el personaje sabiendo que era un telefilm para televisión producido por el canal norteamericano HBO, pero como me encantan los biopics, siempre y cuando estén bien hechos, decidí darle una oportunidad.
Una vez terminada la película he de confesar que no me arrepiento en absoluto de haberla visto, ya que la historia me enganchó desde el primer minuto gracias a unos personajes magníficamente interpretados tanto por el ya mencionado Douglas, que da vida a Liberace, como Matt Damon que interpreta a Scott Thorson, su joven amante, que un tiempo después de romper su relación con el famoso artista publicaría el polémico libro Behind The Candelabra: My Life with Liberace, en el que se basa esta película.
Además de los mencionados actores, la película cuenta con un reparto estelar con nombres como Dan Aykroyd, Debbie Reynolds, Scott Bakula o Rob Lowe, en un divertido papel.
Otro de los aspectos que llama poderosamente la atención en Behind The Candelabra es el espectacular diseño de producción que recrea con brillantez la época en la que Liberace estaba en lo más alto de su carrera, y donde es palpable que los 23 millones de dólares de presupuesto han sido excelentemente aprovechados por la HBO para dotar a la película de un acabado capaz de competir con las grandes super producciones hollywoodienses. Como era de esperar, la inversión se ha visto recompensada y como hemos visto en la reciente entrega de los Emmy Awards a la que acudía como una de las grandes favoritas con 15 nominaciones, y de los cuales consiguió tres: Mejor Telefilm, Dirección y Actor para Michael Douglas, que realiza una interpretación excepcional.
Steven Soderbergh también se llevó su Emmy, y muy merecidamente añadiría, rodando con mucho oficio y con muy buen gusto esta entretenida historia que mantiene al espectador hipnotizado ante la pantalla en todo momento gracias al brillo que desprenden los dos actores protagonistas, que están realmente soberbios y que nos dejan momentos tan sorprendentes como el vuelo en el escenario de Douglas o la enfermiza transformación física de Damon, que se quedarán en el retina de los espectadores.
He de confesar que Steven Soderbergh no ha sido nunca santo de mi devoción, y que no llego a conectar con la mayoría de sus films anteriores, y sin embargo con Behind The Candelabra ha sabido ganarse todo mi respeto y mi atención para los proyectos que vaya desarrollando en el futuro, si es que no acaba retirándose del mundo del cine definitivamente, como llegó a anunciar hace un tiempo.
Si continúa rodando películas tan entretenidas y recomendables como ésta, por mí que siga dirigiendo durante muchos años más.

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